El 27 de noviembre se conmemora en Cuba, país donde nací, "el fusilamiento de los ocho estudiantes de medicina"; lo cual rememora los dias de lucha anticolonial durante la primera guerra de independencia; aunque estos estudiantes fueron víctimas inocentes de una metrópoli escarmentadora.
Año tras año recordábamos los nombres y las circunstancias de este hecho fatal al cual estaba ligado un digno capitán del ejército español quien renunció ante tal injusticia partiendo su espada ante sus contertulios del Café El Louvre e La Habana en gesto melodramático sin pretender, como asi fue, quedar por siempre en la historia narrada por los cubanos desde su independencia comenzando el siglo XX.
La ejecución tras el arbitario juicio donde se les condenó por traición y profanación de la tumba del oficial español Gonzalo de Castañón (lo cual hicieron sin ninguna intención independentista) fue consumada en donde hoy existe un modesto domo o más bien "glorieta" conmemorativo conteniendo el paredón de fusilamiento en el nacimieto de la calzada de San Lázaro, muy próximo al mar pues esta calle va paralela a la costa, separada por una cuadra de edificios bajos hasta que la tierra se proyecta al norte (ya en mi barrio) y el asfalto sigue su línea recta hasta terminar en la univeridad, Universidad de La Habana, cariñosamente llamada "Uache" (U-H), la uache fue escenario de innumerables manifestaciones antigubernamentales durante la primera mitad del siglo XX, a veces se derramaban por la calzada de San Lázaro y justo frente al edificio donde viví por tres décadas se desarrollaron escaramuzas de protestantes y policía... esto antes de yo nacer; mas ahi quedaron estas historias del barrio.
A pesar de las dos guerras de independencia y luego la guerra civil de los cincuentas que encabezara Fidel Castro no creo que se recuerde más fielmente un hecho de esta naturaleza, en nuestra historia, quizás por el carácter cínico de las autoridades los ecos de la indignación llegaron a nuestros libros escolares y a la conciencia popular nacional.
La historia la escriben los vencedores y recordamos a estos ocho estudiantes de medicina porque finalmente fuimos república independiente; hoy se le llama pseudorepública a todo lo anterior a Fidel Castro y se recuerdan los desmanes del discador Fulgencio Batista, la corrupción de los gobiernos constitucionales anteriores...
Me pregunto si algún día será recogido en algún libro de historia impreso en la isla los miles de fusilados por disentr del comunismo, la masacrada oposición anticastrista, "el maleconazo" aquella insólita protesta callejera de finales de los noventas sofocada por brigadas paramilitares disfrazadas de construtores, los encarcelados en condiciones inaceptables...
La muerte siempre rodea a la sinrazón humana, a la lucha por el poder; hubo guerras coloniales, hay hoy guerras de ocupación, existen dictadores indolentes, los hay disfrazados de presidentes y aún en las estructuras aparentemente más democráticas hay muerte y humillación de quienes no aceptan "el sistema"; como cubano me toca de cerca la realidad de mi pais pero la reconozco como parte del mecanismo universal, y no la más importante como pretenden algunos de mis compatriotas... observando el panorana internacional hay decenas de ejemplos a mano que igualan y superan las truculentas prácticas de Fidel Castro en Cuba, si bien, hay que darle ese mérito, supo ganarse el cariño de millones en el mundo, aún es admirado e imposible de desenmascarar en muchos círculos que, bajo sus circunstancias, consideran el fenómeno cubano como algo positico social y políticamente hablando.
Un hecho me lleva al otro, el 27 de noviembre me puso a reflexionar sobre todas esas injusticias, algunas recogidas en el historia, otras aún impunes y acerca de la crueldad del ser humano, depredador de su propia especie, ni siquiera por necesidades básicas sino por ambiciones despreciables...
Saturday, November 27, 2010
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